Para muchos, una cómoda silla de brazos ubicada en un salón iluminado, espacioso, sin ruido y abrigado puede ser simplemente el relax para un momento de cansancio, pero para una madre que amamanta a su recién nacido sería el entorno no sólo necesario sino ideal.

Justamente ese sencillo pero apropiado escenario es el que ofrece el Jardín Infantil de la Universidad Nacional a “sus” madres en período de lactancia, con el fin de promover el vínculo de amor a través del único alimento exclusivo hasta los seis meses: la leche materna. En la Sala Amiga más de 34 madres desde 2009 han nutrido a sus bebés o almacenado la leche para luego llevarla a casa.

Como valor agregado, la Sala cuenta con un lactario acondicionado con un nevecón, lavaplatos y mesones, donde se deposita bajo rigurosas condiciones de higiene, los frascos con la leche materna extraída por las madres y rotulados con los nombres de sus hijos.

Pero este maravilloso espacio, que hace parte de las 202 Salas Amigas distritales, es más que un lugar, porque allí el acompañamiento permanente de una profesional en nutrición orienta a padres y madres sobre las principales técnicas para lograr un resultado exitoso durante el proceso de extracción, mientras resuelve inquietudes, temores o mitos frente a la lactancia.

En su profunda convicción de que la lactancia es definitiva en la formación de niños más seguros y tranquilos, el Jardín infantil de la Universidad adelanta una campaña de concientización a través de charlas para crear una cultura de la lactancia materna, que va desde los beneficios de la leche natural hasta la desmitificación de algunas creencias sobre al acto de amamantar.

Y los resultados se empiezan a ver. “Con las charlas he comprendido que mi hijo me sigue necesitando y por eso voy hasta cuatro veces en un día, aprovechando los tiempos entre clases para ir a amamantarlo o guardar la leche porque comprendí que esa responsabilidad es mía”, dice Erika Palacios, estudiante de Agronomía y madre de dos hijos.

En el 2011 y lo que va de 2012, 22 madres lactantes han hecho uso permanente de este espacio abierto no sólo a las madres que tienen sus hijos matriculados en el Jardín sino a todas las mamás de la comunidad universitaria que necesiten almacenar la leche.

No en vano, este modelo ha sido reconocido por la Secretaría Distrital de Integración Social (Sdis), que en marzo de 2010 acreditó la Sala Amiga como un espacio de excelencia en términos de bienestar y de respuesta al derecho de alimentación en la primera infancia. Para Diana Rico, nutricionista de la Sdis, la Universidad con su Sala Amiga demuestra una vez más su sensibilidad social ante los grandes asuntos públicos. “Es una oportunidad  porque redunda en la calidad de vida de una numerosa comunidad y se convierte en ejemplo para que otras universidades e instituciones estatales la implementen”, expresó.

TIPS
1- Para iniciar la extracción la madre debe dar un masaje suave en forma circular en ambos senos con la yema de los dedos y  posteriormente colocar la mano en forma de C de tal manera que el dedo pulgar e índice queden sobre el borde de la areola. Luego se recoge  la leche materna en un frasco de vidrio o plástico esterilizado por ebullición durante 10 minutos.

2- La leche debe almacenarse en recipientes de vidrio con tapa rosca. Una vez terminada la extracción, se tapa el frasco y se rotula el recipiente con el nombre, apellido del bebé, fecha y hora.

3- La madre entrega su leche envasada a la funcionaria del lactario quien anteriormente ha lavado sus manos y cuenta con gorro, bata y tapabocas.

4- En estado de refrigeración, la leche se puede conservar hasta por dos días y congelada hasta por un máximo de tres meses. La leche materna extraída también se puede conservar a temperatura ambiente de cuatro a seis horas, en un lugar limpio y protegido del sol o de altas temperaturas.

5- Para suministrar la leche al niño o niña debe situarse a éste sobre las piernas en posición vertical o semivertical o en una silla para bebés. Se puede ofrecer la leche con taza, pocillo o cuchara limpios, nunca con biberón. Los sobrantes de la leche materna deben ser siempre desechados.